Combinar queso y cerveza, y olvidar el tópico de maridar vino y queso
ha sido un poco atrevido, pero eso es lo que la Asociación hizo el día 16 de julio,
en el Bar Restaurante “Tosca” situado en Plaza Santa Eulalia,3 Zamora. Y
gracias a Quesería la Antigua de
Fuentesaúco y Distribuciones Gutiérrez.
“Distribuidor oficial” en Zamora de cerveza Bavaria. Ambas empresas facilitaron
los productos para la cata.
Fueron cuatro cervezas producidas en Holanda de diferente
elaboración y cuatro quesos zamoranos con
distintas curaciones.
La cata empezó con un
queso tierno bajo en sal y una cerveza 00 sin alcohol elaborada con trigo. Al armonizar ambos
producto todos los asistentes comprobaron que el cereal dulce de la cerveza sin
alcohol y sus aromas florales armonizaron adecuadamente en boca con el lácteo del
queso. Saliendo reforzados en su unión tanto el queso Campoestrella como la cerveza 00 sin alcohol “Bavaria”.
Seguimos con queso y cerveza, pero un
poco más contundentes por los aromas encontrados en el queso y en la cerveza.
Por un lado el queso curado con más personalidad que el anterior y una cerveza Trappe
Dubble, auténtica cerveza trapense. La malta caramelo y su sabor fresco en boca
hicieron que la cerveza compaginara muy bien con este tipo queso con un sabor
característico, dado por su elaboración con leche cruda.
Se subió
el listón en potenciales aromáticos, tanto del queso como en la cerveza.
Pasando a catar el queso añejo con D.O.
zamorano “nombre comercial Vellón de Fuentesaúco” con una potente cerveza
Trappe Quadrupel, madurada durante un tiempo en barricas de madera de roble con
agradable color y cálido sabor por su alta graduación alcohólica. En esta ocasión hubo debate, algunos socios opinaban
que el queso añejo no podía con la fuerza de la cerveza. Aunque los aromas a
frutos secos y las notas ligeramente ácidas y picantes del queso añejo
elaborado con leche cruda de oveja churra y castellana y el toque suave del
amargor de la cerveza, se vio que, tanto el queso como la cerveza salieron
reforzados.
Por
último el paladar de los asistentes a la cata se enfrentaron con los Caprichos de la Pastora y Bavaria 8.6 Original. La torta de Queso
con su textura cremosa y de sabor ligeramente fuerte y algo amargo por el tipo
de cuajo empleado en su elaboración y, la cerveza rubia de doble fermentación con mucho sabor, ricos matices frutales y
un amargor suave, hicieron un final feliz al disfrutar con la armonización de
los complejos sabores encontrados en la
cerveza y la crema de queso.
Puede
que no todos los quesos combinen con la cerveza con igual acierto.
Pero
nosotros destacamos nuestra experiencia como muy satisfactoria, dando las
gracias a todas las personas que han colaborado con la Asociación por haber
hecho posible la cata. Experiencia que volveremos a repetir.